• Un tercio de la financiación se destina a combatir la pandemia, principalmente para proteger a las pymes, realizar mejoras en los hospitales y apoyar el desarrollo de vacunas y medicamentos.
  • El porcentaje de financiación destinada al clima y el medio ambiente alcanza el 40 % del total de la financiación concedida por el BEI, con el fin de apoyar la transformación ecológica de las economías de la UE y seguir dando impulso al Banco Climático.
  • La financiación récord del Fondo Europeo de Inversiones se aproxima a los 13 000 millones de euros.
  • Los préstamos en África aumentan un 50 % hasta alcanzar casi 5 000 millones de euros, centrándose en los países más vulnerables.
  • El presidente del BEI Werner Hoyer ha declarado: «El banco de la UE tiene más relevancia que nunca en los ámbitos de la acción por el clima y la competitividad de Europa».
>@Luc Deflorenne/EIB

Documentos y cifras de 2020

En el año de la peor crisis económica y sanitaria mundial durante generaciones, el Grupo Banco Europeo de Inversiones (BEI) reorientó rápidamente sus actividades para luchar contra la pandemia de COVID-19 y sus consecuencias económicas en todos los frentes. Aumentó el volumen de financiación a 76 800 millones de euros, superando sus propios objetivos. Un tercio de estas financiaciones, 25 500 millones de euros, se utilizó en la respuesta inmediata a la crisis, que comenzó con un primer paquete en marzo. La mayor parte de dicho paquete se destinó a las pequeñas y medianas empresas para evitar las insolvencias y la pérdida de puestos de trabajo, especialmente en los países que no disponían de medios presupuestarios para aplicar grandes paquetes nacionales de rescate.

Como reflejo de las necesidades adicionales de apoyo que surgieron debido a la pandemia de COVID-19, el apoyo del Grupo BEI a las pequeñas y medianas empresas aumentó en 5 000 millones de euros hasta alcanzar los 30 600 millones de euros. En total, más de 425 000 empresas recibieron financiación, y se preservaron más de 4,2 millones de puestos de trabajo. El banco de la UE lo logró sin por ello descuidar sus demás prioridades de inversión: las inversiones medioambientales alcanzaron los 16 800 millones de euros, los proyectos de infraestructura se apoyaron con 15 000 millones de euros y 14 400 millones de euros se destinaron a proyectos de innovación.

«En 2020 hemos demostrado que no se puede plantear la disyuntiva de invertir en la recuperación económica o invertir en acción por el clima e innovación. Todos nuestros objetivos están interrelacionados. Europa solo puede salir más fuerte de esta crisis si invierte en la economía verde y digital del futuro y no en estructuras del pasado, asegurándose de que no deja fuera a ninguna región de Europa y trabajando con nuestros socios fuera de la UE», afirmó el presidente del BEI Werner Hoyer en la conferencia de prensa anual del Grupo BEI del 20 de enero, a través de videoconferencia desde Luxemburgo.

Inversiones esenciales en el sector de la salud

Como parte de la respuesta a la COVID-19, el Grupo BEI aumentó enormemente su financiación destinada al sector de la salud. No solo ofreció apoyo a los hospitales, sino que también desempeñó un papel importante en el desarrollo y la producción masiva de vacunas para detener al devastador virus. A principios de año, el banco de la UE aprobó con celeridad un préstamo de 100 millones de euros a BioNTech, la empresa alemana que nos proporcionó la primera vacuna contra la COVID-19 en asociación con Pfizer. El Grupo ha financiado varias vacunas, así como a empresas que desarrollan tratamientos contra la COVID-19 y tecnologías de pruebas.

«A lo largo del año hemos aumentado drásticamente y acelerado nuestra participación en la lucha contra esta pandemia devastadora, ayudando a miles de empresas en la UE y en todo el mundo», dijo el presidente del BEI Werner Hoyer. «La lucha contra la pandemia y sus consecuencias económicas nos mantendrá ocupados en 2021. Además de los 25 000 millones proporcionados ya, nuestra Consejo de Administración ya ha aprobado cerca de 25 000 millones más de financiación para las empresas afectadas y el sector de la salud».

Parte de esta financiación procederá del Fondo de Garantía Europeo (EGF, por sus siglas en inglés) que inició sus operaciones en el otoño de 2020. Los Estados miembros de la UE han proporcionado garantías por valor de casi 25 000 millones de euros para que el Grupo BEI pueda facilitar financiación adicional a las pequeñas y medianas empresas afectadas por la crisis.

Avances en el camino hacia el banco climático de la UE

Al mismo tiempo, el BEI ha mantenido su promesa de aumentar la inversión verde y transformarse en el banco climático de la UE. La parte de las inversiones del BEI destinada a proyectos de acción por el clima y sostenibilidad medioambiental aumentó del 34 % al 40 % el pasado ejercicio, a pesar de la crisis de la COVID-19, lo que acerca al banco de la UE al objetivo que se ha fijado de alcanzar el 50 %. El Grupo pretende movilizar 1 billón de euros de inversiones en favor del clima y el medio ambiente de aquí a finales de la década. En noviembre de 2020, el Consejo de Administración del BEI aprobó la Hoja de ruta del Banco Climático, en la que se establece de qué forma alcanzará estos ambiciosos objetivos. La Hoja de ruta prevé la eliminación gradual de la financiación de proyectos con altas emisiones, como la ampliación de aeropuertos, y establece criterios estrictos para la financiación de otros, como autopistas, después de que el Banco ya haya anunciado el fin de la financiación de proyectos de gas sin un sistema de reducción de emisiones.

«La lucha contra el cambio climático no puede esperar a que se acabe la pandemia. La crisis de la COVID-19 no es una razón para dejar de luchar contra los desafíos climáticos y ambientales a los que se enfrenta la humanidad. El Grupo BEI ha avanzado considerablemente en su Hoja de ruta del Banco Climático. Pido a las demás instituciones financieras que adopten posturas similares contra los proyectos insostenibles desde el punto de vista medioambiental. En lugar de financiar unos activos que tendremos que cancelar mañana, debemos invertir en eficiencia energética, energías renovables, movilidad sostenible e innovación ecológica. Necesitamos inversiones ingentes en una recuperación verde», afirmó el presidente Hoyer.

Peligro de un creciente déficit de inversiones en Europa

El creciente déficit de inversiones pone en peligro las ambiciones de Europa en cuanto a una recuperación ecológica, según muestra el nuevo Informe de Inversiones del BEI. Según el informe que se publicará el jueves 21 de enero, el 45 % de las empresas de la UE prevé reducir sus inversiones tras la crisis, mientras que solo el 6 % prevé aumentarlas. El informe advierte que las empresas son conscientes de la necesidad urgente de invertir, especialmente en digitalización y acción por el clima, pero la crisis de la COVID-19 las priva de los medios para hacerlo.

«Deberíamos estar preocupados por la enorme mella que el coronavirus ha hecho en la intención de invertir. Europa corre el riesgo de perder terreno en la competencia mundial si no moviliza más recursos en favor de la innovación», dijo Hoyer. «Pero también debemos sentirnos alentados por el éxito del pilar financiero del plan Juncker, el Fondo Europeo de Inversiones Estratégicas, que alcanzó su objetivo de movilizar 500 000 millones de euros en inversiones el verano pasado, antes de lo previsto. Demostramos que, con instrumentos creativos, el buen funcionamiento de la complementariedad entre las herramientas financieras y el apoyo presupuestario, una dotación relativamente pequeña de dinero público es capaz de atraer una cantidad elevada de inversión privada para proyectos que de otro modo tendrían dificultades para encontrar financiación».

Un año récord para el FEI

Otro ejemplo de utilización muy eficiente de los recursos públicos es el Fondo Europeo de Inversiones (FEI), la filial del BEI que apoya a las empresas emergentes de alta tecnología y a las pymes de toda Europa. El FEI logró otro año récord al firmar operaciones cuyo volumen total se elevó a 12 900 millones de euros, lo que significa un aumento del 26 % con respecto a 2019. El FEI proporcionó una financiación indispensable para más de 330 000 pymes y pequeñas empresas de mediana capitalización (midcap).

Las operaciones firmadas solo en el último año proporcionarán a cerca de 66 000 familias viviendas sociales y asequibles renovadas o nuevas, y a 1,4 millones de hogares servicios de banda ancha de alta velocidad. 280 millones de personas recibirán la vacuna contra la COVID-19 gracias a la financiación del BEI, cerca de 30 millones podrán disponer de agua potable más segura y más de 15 millones se beneficiarán de la mejora de los servicios de saneamiento. Se plantarán más de 145 000 hectáreas de bosque y la capacidad de generación de electricidad crecerá en más de 10 GW, de los cuales el 83 % procederá de fuentes renovables. Estos son solo algunos ejemplos del impacto concreto que las inversiones del Grupo BEI tiene en los ciudadanos de Europa y de todo el mundo.

Inversiones en todo el mundo para reforzar la resiliencia y luchar contra el cambio climático

La pandemia de COVID-19 y la crisis climática son un doble desafío al que se enfrenta todo el planeta, y por ello el Grupo BEI ha intensificado sus esfuerzos para apoyar a los países de la vecindad de la UE, a África y a otras regiones. El 13 % de la financiación del pasado ejercicio –10 200 millones de euros– se destinó a países fuera de la UE, ayudando a la Unión Europea a cumplir los objetivos de sus políticas, mejorando la calidad de vida de las personas, modernizando los sistemas sanitarios y reforzando la resiliencia económica. El banco de la UE alcanzó un nivel récord en su actividad de préstamo en África, con la firma de un volumen de más de 4 700 billones de euros, que representa un aumento del 50 % respecto al año anterior. Hemos alcanzado el objetivo de SheInvest, nuestra iniciativa destinada a movilizar 1 000 millones de euros de inversiones para impulsar la igualdad de género y el empoderamiento económico de las mujeres en toda África.

«El Grupo BEI está centrando sus esfuerzos en ayudar a algunos de los países más vulnerables, en los que los medios de subsistencia de la población se ven amenazados por la crisis climática actual. Un ejemplo es nuestro compromiso recientemente anunciado en la Iniciativa de la Gran Muralla Verde, que proporciona apoyo financiero y técnico en favor de la agricultura sostenible, la energía limpia, el agua, las infraestructuras y las inversiones del sector privado en 11 países del Sahel», afirmó el presidente Hoyer.

Un líder en la movilización de recursos de inversores sostenibles

Para financiar estas actividades, el Grupo BEI ha añadido la biodiversidad a la gama de actividades que financia con sus bonos para el desarrollo sostenible, la incorporación más reciente a su familia de bonos existentes. El BEI, que financia sus actividades mediante la captación de recursos en el mercado mundial de capitales y se beneficia de una calificación «AAA», ya ha sido pionero en el mercado de bonos verdes: emitió su primer bono verde en 2007 y actualmente lidera el mercado con un volumen de emisión que supera los 35 000 millones de euros. En total, el BEI captó durante el último año 70 000 millones de euros de financiación de inversores internacionales, casi 20 000 millones más que el año anterior.

«El BEI no solo es el mayor proveedor de financiación multilateral del mundo: al financiarse en los mercados financieros, es también el mayor prestatario multilateral del mundo. El enfoque creativo del Banco en materia de captación de financiación establece normas que conciencian a los inversores de su poder para configurar y apoyar las políticas correctas. Los bonos climáticos y los bonos para el desarrollo sostenible se consideraron una apuesta cuando los introdujimos. Ahora constituyen normas que todos desean cumplir, fortaleciendo la economía verde en todo el mundo», añadió el presidente Hoyer.